Vamos por buen camino.

Las obras de rehabilitación y ampliación de «la Fundación», como bien sabéis, ya están en marcha y van por buen camino. Los trabajos de desescombro, cimentación y construcción del esqueleto de la zona ampliada del edificio, se han concluido. El técnico director de obra ha hecho un gran trabajo que ha permitido eliminar la lavandería exterior e integrarla en la zona ampliada del edificio existente; esta modificación va a facilitar un mayor espacio de paseo y expansión para los residentes del centro y un sensible ahorro en el presupuesto final.

Esta primera fase, ya casi finalizada, ha ido acompañada de una serie de trabajos en el interior, reforzando los forjados de las plantas de todo el edificio, dotando a la estructura del mismo, de mayor solidez para los pesos que por la actividad residencial va a tener que soportar.

[divider line_type=»No Line» custom_height=»20″]

La siguiente fase, larga en su ejecución, pero a su vez de profundo calado y visible resultado, se centrará en el cerramiento de la fachada exterior, tanto de la planta baja como de la primera, ejecutando a su vez, los remates del tejado de toda esa fachada.

Una vuelta de tuerca más supondrá la ejecución de los nuevos baños del centro, una de las mejoras cualitativas más importantes y beneficiosas para los mayores,  usuarios de las instalaciones; paralelamente se realizará toda la tabiquería interior, los trabajos de fontanería, electricidad, gas etc

La otra gran mejora introducida será el ascensor, que evitará el uso de las escaleras, realmente incomodas e invalidantes para los mayores.

Estos detalles en cuanto al interior del edificio: los accesos, la jardinería, aceras, riegos y remates exteriores, son alguna de las tareas que se quedarán reservadas para las semanas antes de la inauguración.
Un breve espacio para la limpieza dará por terminada la obra civil y dará paso a la instalación del mobiliario geriátrico necesario para todo el centro y a las tareas de decoración que permitirán que muchas partes de la residencia vuelvan a adquirir el aspecto que tenían antes de las obras y vuelva a ser el hogar que Luz Amparo quiso cuando con tanto cariño decoró esta, la primera casa de Amor y Misericordia por ella fundada.