República Dominicana respira una profunda devoción mariana. No sólo en la parroquia, sino también en las calles. Los miembros de la Obra de la Virgen en Prado Nuevo han compartido momentos de cotidianidad con la gente y han recibido su acogida y su cariño.

En conversaciones y en momentos de oración. Incluso en situaciones espontáneas. La visita ha coincidido con la fiesta del Día de la Independencia del país, al que invitan a participar con verdadera hermandad.

En los barrios y en la cárcel

Los miembros de la Obra han tenido la oportunidad visitar barrios desfavorecidos de Cañafístol y conocer a familias a las que han podido ayudar. En esta Diócesis de Baní, la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores ha contribuido al desarrollo de campañas de reparto de alimentos a familias que sufren los efectos del desempleo, la pobreza y la exclusión. De igual modo, la fundación ha contribuido a abastecer de productos de higiene personal, ropa y medicamentos a reclusos de la cárcel de hombres ubicada en Najayo, que pertenece a la provincia San Cristóbal, al este de Santo Domingo.

San Martín de Porres, el santo inspirador

La religiosidad popular dominicana mira también con particular devoción a San Martín de Porres. Los miembros de la Obra de la Virgen en Prado Nuevo han visitado el templo dedicado al santo de los pobres, ubicado en La Tablas de Baní.

El santuario fue edificado piedra sobre piedra, sin planos y por pura inspiración, por los propios fieles del lugar. La capilla, en la cumbre, corona un lugar de paz y oración.